1/05/2009

Anochece 2

(Segundas partes nunca fueron buenas dicen, pero no me he podido resistir, tiene fallos y las tildes desaparecen porque la escritura sin atildacion es mas rapida :P, algun otro dia lo corregire, ahora es tarde)


Ya ha pasado una semana desde que te fueras, y necesitaría que estuvieses a mi lado. "Desengancharme" de esa costumbre de darme a la bebida en busca de la solución a mis problemas me está costando más que nada que haya hecho en mi vida. Además, me esta afectando de extrañas maneras.


Desde que te fuiste he entrado en un mundo hecho de mezcalina. La aparición de ese joven en el banco ha sido la primera de las visiones extrañas que me atormentan el día a día. No se diferenciar todavía si son reales o no, no puedo contarselo a nadie porque pensarían que estoy loca, así que prefiero relatarte lo que me pasa de aquí hasta que vuelvas, y quizás tu puedas darme una explicación lógica para todo.


He tenido noticias de mi hermano, parece que su enfermedad remitirá, y su mujer lo cuida a diario, parece que una de mis preocupaciones amaina, y el otro... pues ya sabes sigue malgastando dinero por algun rincón del mundo, trabajando de camarero y durmiendo poco mientras que se enamora de una pretty woman tras otra por no calificarlas de otra manera.


Pero ese no es de lo que quería escribirte.

Como e dicho antes, creo que comienzo a vivir en un mundo de droga sintética, no se si se trata de algun fallo en mi mente o simplemente es que me preocupo demasiado y para protegerme me obligo a abstraerme de las maneras mas extrañas. Simplemente veo cosas que antes no veía. Cosas... que pienso que ni siquiera estan ahí.

Esta semana en el trabajo me he estado sentando en mi mesa, la que parece hecha de contrachapado y pintada con un triste color gris, todos las mañanas a las ocho y media como siempre hago, a ver despuntar el amanecer tardío de estas mañanas preinvernales, con un té rojo en una mano y el bolígrafo azul en la otra, sobre los cientos de papeles llenos de dudas a resolver, como siempre, como pasa un día y otro y otro sin final alguno. Y mientras que miraba como la esfera dorada subía entre los edificios, reflejandose en las ventanas de plástico a imitación del cristal creí ver todo tipo de seres sonreirme desde ellas, seres deformes, algunos pequeños con aspecto demoníaco y sonrisas repletas de malas intenciones, otros altos y esbeltos, sin rostro y con piel rugosa y gris, con vetas negras en las ligaduras de las extensiones, otros simplemente indescriptibles, de manos largas y huesudas, de cuencas vacías y sonrisas negras, mas parecidas a las de los hombres que fumaran durante miles de años que a cualquier otra existente.


Al salir el sol por completo, esos seres desaparecían. He de confesar que he girado el escritorio que tanto me gustaba por dejarme distraerme con los simples reflejos de la luz en cada metalico resquicio, por miedo a encontrarmelos ahora cada mañana, advirtiendome de algo que esta por pasar.


Ayer por la tarde me sente en mi terraza en las sillas de madera, esas forradas de caoba que fuimos a comprar un dia, y comence a escribir un rato solo por pasar la tarde de viernes. Al caer la noche me sobrecogio de nuevo la sensación que tuve en el bar, y mientras sol volvia a perderse entre los edificios aquel paisaje estepario volvio a aparecer ante mis ojos, con el mismo tono anaranjado que todo adquiere en el crepúsculo, pero no vi esta vez a los simpáticos seres que todas las mañanas me observan, sino a aquel joven que "salio del arbol". Incluso me resulta absurdo escribir esa frase porque mi mente no es capaz de concebir tal absurdo. El me miraba, fijamente, y parecia que de igual manera obserbava lo que yo tenía a mi alrededor. Tras unos minutos en los que no lo vi parpadear ni un segundo, saco sus manos de los bolsillos y se giro, y desaparecio en una rafaga de viento arenoso.


Me levante buscando alguna botella de alcohol por mi habitacion, algo de droga, cualquier cosa que estuviera a mi alcance y me permitiera elevarme sobre el mundo de distorsionada realidad que ahora me rodea. Se que te sentiras mal mientras que lees mi confesion, pero no puedo ocultarte que lo hice, sabes que no tengo secretos para ti.


Mientras que corria desconsolada por el salón, tropezandome con el sofa de skay negro que tanto odio, y removiendo las figuras que tengo en las estanterias, quitando libros por si hubiera escondido algo detras, sono mi movil, aunque no aparecio ningun numero en la pantalla. Descolgue intrigada y oi una voz algo familiar al otro lado, una voz melodica y profunda.


" Conque es ahi donde vives? O quizas sea mejor decir, donde sobrevives a juzgar por tu expresion cansada."


- Quien eres?


"Es que realmente te importa? Vamos, si es que te importa algo a estas alturas..."


- Simplemente quisiera saber si eres un psicopata pervertido del que preocuparme o no eres mas que otro loco cualquiera


"Otro loco como tu? Considerarias a alguien que piensa distinto loco? No, no te preocupes, no hay nada pervertido en mi interes por ti. Sere sincero, simplemente me diviertes bastante, tu forma de ser me atrae mas que la de el gentio feliz que corre por las calles como un animal que va ignorante hacia el matadero, confiando en dioses y en fuerzas que llevaran sus vidas y haran que todo lo que ellos han torcido vuelva a su estado original, si es que ese estado no es ficticio tambien."


- Mira, no se quien eres, y no tengo interes en que me pase nada raro asi que si no te importa voy a colgar y como vuelvas a llamarme llamare a la policia.


"Como localizarian una llamada que nunca has tenido?"


Seguidamente la voz se apago, y donde deberian haber aparecido las llamadas recibidas solo habia varias de mis compañeros de trabajo y un par bastante antiguas de un par de amigos de mi infancia.


La llamada no habia existido, pero si lo habia hecho en mi mente, igual que las imagenes que ahora me acosaban, me senti agobiada, senti la pesadez y el vacio que me acosan cada vez que estoy triste sin razon, sin embargo era el desasosiego del no saber lo que primaba sobre todo lo demas. Tenia tantas preguntas de repente en mi cabeza. Quien era ese hombre? Que queria de mi? Como habia sabido mi nombre cuando me vio sentada en aquel banco? Habia podido guardar el numero de mi movil cuando lo cogio del bar?


Solo sabia una cosa, queria drogarme, con drogas blandas como acostumbro a hacer, algo de cannabis para poder relajar mi mente y sustituir todas las dudas por sensaciones que maravillan a mi entendimiento. Queria de nuevo pararme a mirar el brillo de las farolas a traves de mi ventana, deshacerme en el humo de mi cigarrillo, saborear los colores de las velas que tengo sobre la encimera de caoba, reirme hasta explotar con peliculas antiguas de serie B, con cualquiera de las que colecciono cerca de los libros que poseo. Pero para hacer eso deberia salir a la calle e ir en busca de mi compañero de trabajo, ese que solia tener siempre algo y me lo vendia a cambio de un par de cervezas y una cena casera, realmente se vendia barato, se podia decir que comprendia mis necesidades despues de unos cuantos dias de vacio y monotonia.


Cogi mi chaqueta, las llaves del cuenco de al lado de la puerta y sali corriendo por las escaleras, y por las calles, reptando entre gente a la que no conocia, como me gustaba hacer. Las calles estaban llenas de transeuntes sin nombre que no podia cosiderar un estorbo en el paisaje de la ciudad, encajaban demasiado bien entre ese mar de edificios desgastados por los años. Hacia viento, y la nariz se me congelaba al igual que las primeras falanges de los dedos, habia vuelto a olvidar los guantes, al final los tenia de adorno, como tantas otras cosas que llenaban mi casa y estaban alli solo para recordarme pequeñas partes de mi vida pasada. El viento hacia que las grandes masas de nubes se movieran a una velocidad frenetica, la luna ora desaparecia, ora aparecia en un pequeño hueco entre nubarrones oscuros, parecia que iba a llover. Y entre todo el gentio reconoci esa mirada, ese brillo plateado que me perseguia en sueños ahora tambien.


- No!


Grite en medio de la masa, y varias caras se giraron hacia mi, mientras que otras simplemente siguieron su camino sin inmutarse. Corri de nuevo en direccion a mi casa, esta vez sintiendo miedo a lo desconocido. Quien eres?! Queria gritar, pero no podia emitir ningun tipo de sonido por tener las cuerdas vocales secas por el aire frio que aora congelaba mi garganta mientras que corria, cada vez con mas calor, sudando bajo la chaqueta de cuero. De vez en cuando conseguia girarme y buscaba con la mirada otra vez ese brillo plateado entre los murmullos de cientos de zapatos que cruzaban las calles peatonales llenas de adoquines.


Consegui alcanzar la puerta de mi casa, y la cruce como si de una corriente de aire se tratara. Tire todo sobre la encimera que esta al lado de la puerta y me sente en el sofa, con los codos sobre las rodillas, sujetando mi pelo, intentando concentrarme en olvidar la pesadilla que estaba viviendo en esos momentos. Cerre los ojos intentando hacerme a mi misma desaparecer, quizas si me concentraba lo bastante despertaria en algun lugar muy lejos de alli y alguien me despertaria con voz dulce diciendome que todo habia pasado, que solo habia tenido un mal sueño. Pero obviamente me vi obligada a volver a abrir los ojos, y alli estaba el.


"Estas sorprendida? Aun no te he dado la oportunidad de agradecerme mi regalo?"


- Quien eres? Quiero que te vayas!!


"Seguro que quieres que me vaya? Como puedes estar segura de que no has sido tu la que me has creado?

Dame una oportunidad, no salgas corriendo y simplemente disfruta de una conversacion conmigo"


Mi corazon volvia a latir a mil revoluciones, como habia estado haciendo demasiadas veces durante estos dias, pero me quede en silencio mientras el se acercaba al sofa y dejaba sobre la mesa dos copas de fino cristal rojo, dos cigarrillos burdeos y sacaba de una mochila negra a modo de riñonera una botella del mismo color. Lo observe mientras derramaba algo de liquido parecido al licor de granadina dentro de las copas y me la ofrecia junto al cigarrillo burdeos.


" No querias escapar del mundo? Hazlo conmigo"


Sinceramente, no tenia ni idea de quien era esa persona, de que podia estar haciendo en mi casa, de cuales eran sus intenciones, de que era el liquido que me ofrecia, bien podria haber sido veneno, pero su ofrecimiento me parecia lo mas inteligente que nadie me habia dicho en dias, semanas incluso meses. Algo vacilante levante la copa, la mire, mientras que el brillo de la lamparita que tengo junto a la mesa la atravesaba, y bebi de un sorbo un licor dulce, con un regusto amargo como puede tener el vodca, si era veneno ya podria actuar rapido y dejarme salir de esa espiral de imaginaciones violentas que estaba atravesando. Encendi el cigarrillo y saboree ese gusto a frutas del bosque que contenia, el me miro divertido, con una sonrisa perfecta cruzando sus igualmente perfectas facciones y aquellos ojos, que parecian no necesitar acostumbrarse a la oscuridad fijos en mis labios mientras dejaba escapar el humo.


"No te sientes mejor ahora?"


- Si. - Era sincera, sentia una relajacion mayor de la que nunca hubiera imaginado, y de pronto todo tenia el color que parecia que siempre hubiera debido tener, todo parecia estar en continuo movimiento y todo formaba parte de un todo. No pude hacer mas que sonreir.


" Te gusta ver el mundo a traves de mis ojos?"


- Si. - Solo tenia monosilabos en mi cabeza y un cumulo de sensaciones historias, imagenes se me derramaban dentro de la cabeza.


" Que estas viendo ahora mismo?"


- Veo a una chica, pelirroja, asomada a un balcon. Hace viento y sus ondas se mueven al ritmo del viento, puedo oler el mar... Lo hecho de menos... Y ella esta ahi... espectante, espera algo, pero no puedo saber que es... esta triste, muy triste y sola... Y siente pesar y rechazo... y odio...


" Debe ser el frio, ya te lo dije el otro dia, tanto revitaliza y despeja, como entristece. Es asi como tu te sientes entonces? Sabes, los artistas solo sabeis expresar bien como os sentis dejandoos llevar dentro de una maravillosa vision... Dentro de ella sabeis describir lo que estais pensando, como os sentis, podeis decirlo todo, comunicar vuestra tristeza y vuestra alegria. Sin embargo se os pregunta directamente como estais y solo sabeis o callar o explotar si teneis algo de alcohol cerca... Eso no puede ser nada bueno... Por que todos los que vivis de la belleza y realmente sabeis verla y aprovecharla quereis morir?"


- Porque vemos la tristeza tan claramente como la belleza... Y siempre entre dos extremos tiene que haber uno que sepa absorver al otro. No creo que pudieramos vivir, aunque tuvieramos todo el tiempo del mundo para vivir dentro de una gota de rocio que se debate entre reposar o caer sobre una mala hierva.


" Sois tan exagerados."


Acompaño esa frase con una sonrisa dulce, mientras bajaba la mirada a su cigarrillo y pensaba en quien sabe que cosas.


- Que es lo que ves tu?


" Nada. Es por eso que te necesito. No quiero nada de ti, es mas, mucho tiempo he pasado ya observandote sin saber porque se te hacia tan pequeño el mundo a ratos, y en otros te parecia una enorme bola metalica que cargabas sobre los hombros, o que te oprimia hasta hacerte sentirte la cosa mas pequeña de este universo. Ahora soy yo al que su mundo se le ha quedado pequeño y necesita que tu le enseñes otros nuevos. Es por eso que estoy aqui."


- En mi casa?


" No, en tu mundo"


Tras eso, solo recuerdo unos sorbos mas de la copa que bien podia contener el sabor de la ambrosia, un par de segundos mirando a sus ojos color plata,y un leve sopor que se iba apoderando de mi mientras mis ojos caian.


"Volveremos a vernos pronto Jolene..."


Alcance a oir, y tras ello la oscuridad se cirnio sobre mi.

1 comentario:

  1. Genial, sencillamente, genial. Espero que haya terceras partes, y algunas más, también...

    ResponderEliminar