12/25/2008

Distorsionado

Resuena el reloj de péndulo por toda la habitación con su ding-dang. Son las tres y cuarto, como cada día, cada noche, cada tarde y cada mañana.


- Calla! Necesito silencio...

(Todavía ni siquiera he hablado)

- No me interesa lo que tengas que decirme...

(No me importa que quieras esconderte cerrando los ojos, el sueño conciliador esta vez no sera pacífico)

- Estoy cansado, de veras no tengo fuerzas para pelearme ahora contigo, ya me cansé de batallas imposibles de ganar, de gritos y gritos, de arañazos y marcas olivaceas, de morir por momentos y por partes...

(Que iluso! Todavía son las malditas tres y cuarto, y tu reloj no volverá a regalarte su conocido tic-tac. Todos estamos cansados, pero no eres tu el que merece compasión o simpatía)

- Quieres decir que no volveré a ver la luz del día si no sigo luchando contra tí?
Qué clase de juego retorcido es este?

(Es el juego en el que yo siempre gano.
Es el juego en el que tu te das cuenta de que no puedes vencerme.
Es el juego en el que te das golpes contra un muro, alto, gris, repleto de enredaderas.
Es el juego en el que yo me divierto, porque por más que intentas no luchar, lo sigues haciendo porque aprecias poder ser feliz unos segundos, aunque esto signifique milenios de oscuridad.
Es el juego en el que tu sufres, tanto si juegas como si no lo haces)

- Quiero dejar de jugar, dejame dormir por favor, es lo único que te pido.

(No puedo permitirte dormir, si lo hiciera tendría que ser para siempre, y es un alto precio a pagar tan solo porque no puedes convivir con la tristeza y la incomprensión, tan solo porque no has crecido como crees haber hecho)

- He dicho que quiero dejar de jugar, y no me importa el precio
Si tras la muerte hay un vacío no tengo por que preocuparme ahora.


En la habitación resuenan ahora respiraciones entrecortadas de un alma encerrada en las manecillas de un reloj, siempre a las tres y cuarto, siempre sin avanzar, nunca bajo la luz del sol.

En la habitación, más tarde, las respiraciones ya no suenan, y el alma que duerme bajo el reloj no puede oír, pero si pudiera escucharía como las manecillas del reloj de péndulo crugen con un estruendo al marcar las tres y dieciseis.

12/24/2008

Crear un final...

Te perdi quizas en el punto en el que te sumiste en la normalidad y yo preferi seguir con naturalidad cualquier tipo de hecho insolito que ocurriera en mi mundo.
Tu marcaste nuestras diferencias, las recalcaste. Yo creia en la existencia de otros mundos por encima de mi y del mio mismo y tu no soportabas a los ilusos.
Te perdi aquel dia, a la salida de cualquier edificio, mientras te confundias con el tumulto que vagaba susurrante bajo la lluvia fina e invernal, entre las exhalaciones que se hacen humo ficticio al salir de cada uno de nosotros. Crei perderte, pero vi como ella te seguia. Esa chica de cabello rojo oscuro y ojos verdes, metida en su vestido negro de fina seda y descalza, saltando entre la gente y rozando con sus tirabuzones del color del fuego las caras de todas esas sombras.

Senti que necesitabas ayuda,no queria que ella te llevase, habria sido mucho mas facil dejar que te arrastrara hacia quien sabe que nivel del infierno, por todo aquello que hiciste y no fuiste consciente de hacer pero me importabas... lo haces...
La segui por supuesto, sin hacer ruido, entre la gente y los coches, pasando entre las gotas de lluvia que intentaban igualarnos a todos bajo su liquida influencia. Llegamos a la carretera y tu estabas alli caminando a lo lejos mirando al suelo con tu gorro de lana y los cables de tus auriculares sobresaliendo de el. Aunque hubiera gritado no hubieras sabido que estaba alli, ni siquiera se si hubieras querido saberlo.

En el lado derecho de la carretera te esperaba una puerta de rejas negras coronadas por puntas doradas, que se abrian con goznes oxidados. Ella estaba detras, y te esperaba con mirada traviesa y maldad en las pupilas, pero como siempre, no eras consciente. Ella pertenecia a mi mundo, ella era parte de mi, y no de ti. Querias no verla, pero no podias evitarlo. Subiste al muro escalando por aquello que parecia una caseta de vigilancia, algo derruida por el tiempo y el mal trato recibido seguramente. Saltaste, y no pude hacer mas que seguirte como siempre hago, en silencio y unos pasos por detras.
Salte tambien, y me dirigi al camino que enunciaba la llegada a la casa, bajo el manto de nocturnidad apuñalado y sangrando plata, perseguida por la luz intermitente de los coches, al camino se le adherian otros por los laterales en los que solo se acertaba a ver el espacio que existia entre los arboles y algo de tierra durante un par de metros.
Una luz en una ventana hizo que me escondiera tras uno de los arboles del camino. En el segundo piso de la mansión color rosa pastel quiza, una luz proveniente de las velas llamaba sin cesar, y unos rizos carmesi refulgian bajo el fuego de las mismas, mientras que tu cruzabas las puertas de cristales cubiertos de polvo y yo corria tras de ti de nuevo.

Al entrar el frio que se sentia fuera, se acentuo con el olor a humedad de años, el suelo estaba lleno de muebles rotos y las paredes de pintadas, las habitaciones debian de ser visitadas por drogadictos y sus pequeñas dosis de felicidad para un par de horas, junto con su suciedad y su agria tristeza irreversible.
Sortear las agujas a medida que se llegaba a la escalera en forma de concha resultaba cada vez mas dificil, y tus pasos ya sonaban rapidos en los ultimos escalones.
Los tobillos me dolian por la temperatura y la fuerza con la que pisaba todos y cada uno de los escalones esperando no llegar tarde y poder encontrarte en el lugar en el que algun dia me hecharias de menos. Al final de la escalera me esperaban cientos de puertas, pero solo una conducia a ti, aquella que sugeria luz entre la madera oscura y el suelo. Girar el pomo parecio mas dificil que toda mi persecucion desde la ciudad, y tras la puerta estabas tu, en el suelo, con tu gorro de lana agarrado en una mano, y tus auriculares en el suelo sonando the offspring a todo volumen. Ella se asomaba a la ventana agarrada a los barrotes con las muñecas hacia afuera y la espalda curvada.

Corri hacia ella y la sacudi con fuerza, queria herirla, tirarla por el balcon por lo que te habia hecho, porque te habia dejado llacer en el suelo con una linea de sangre bajando desde el pecho, hacia tu brazo derecho, y goteaba en tu dedo con un ritmo suave y pausado. Quiza ya no estuvieras vivo y era culpa de ella, la golpee y callo al suelo. Cogi objeto metalico el cual ahora no podria siquiera reconocer y me prepare para descargarme sobre ella mientras que me veia reflejada en sus ojos esmeralda, pero entonces cogio tu mano, y recorde...
Desvie mi golpe, que callo sobre tu cabeza y salpico todo mi vestido blanco, y mancho mi precioso pelo negro...
Habia estado apunto de cometer un error, pero entonces recorde...
Que mi camino lo habia seguido asta los confines del olvido, donde pudiese deshacerme de ti, sin miedo a hacerme daño.

Sueños...

Su respiración se oía entrecortada y acelerada mientras corría,

el aire extremadamente frío del nuevo invierno daba afiladas punzadas a sus pulmones que parecían estar aprisionados bajo sus costillas clamando libertad.

Corría en un desesperado intento de escapar, aveces sorteaba baches en el camino, alzaba y bajaba la vista cada pocos segundos para no tropezarse, y giraba la cabeza por si veía llegar a aquel que le perseguía. Sentía el sudor frío bajar por la sien, bajo su pelo, por el cuello, y a veces se permitía el lujo de dejar de respirar para tragar algo de saliva, cuajada casi entre su lengua y su garganta, se estaba asfixiando y sentía como poco a poco sus fuerzas comenzaban a fallarle. Bajaba la velocidad sin quererlo y ss inspiraciones se hacían irregulares.

Giró de nuevo la cabeza, y él estaba allí, con una mueca de satisfacción en el gesto, corría también a gran velocidad como si de una criatura demoníaca se tratara. Tenía un extraño fulgor en la mirada, quizá provocado por el deleite de la caza por diversión.

Un camino se abría ante sus ojos, un sendero adornado por altos y esbeltos árboles caducos inmersos en la gris neblina invernal, la humedad mojaba su rostro y se entremezclaba con el sudor que le escocía en los ojos, no podía aguantar a llegar al final del sendero y pedir auxilio para que le alejaran de su persecutor.

Cuando cruzó la línea final del sendero encontró la casa del claro y su abrigo y sus zapatos en la puerta, ante ella.

Había vuelto, sus intentos de escapar no habían hecho más que devolverlo al comienzo del camino, donde las pesadillas se iniciaron. Cada noche, un monstruo distino visitava su cama, y al rayar el amanecer el horizonte estos tomaban forma, periguiendole con afiladas intenciones. Al cruzar la puerta se oía la calma y los monstruos no podían cruzar. pero siempre temía que llegara el atardecer, y la luz lo abandonara, y de nuevo, le sacudieron los pensamientos de vidas pasadas y recuerdos guardados.

Aquellos seres que aparecían en los rincones oscuros del bosque y flanqueaban las puertas de salida hacia el mundo real.

Quién le dirá que despierte?

quién podrá algun día liberarlo del sopor en el que está sumergido indefinidamente,

ahí postrado en una cama, dentro de la habitación roja. Siendo testigo de los miedos de tantos que desean su vuelta.

Quién se dará cuenta de que su encierro es voluntario?

Quién verá entonces, que las puertas de la realidad se encuentran en ascuas?

Vacio

El vacío, silencioso, oscuro, claro, transparente...

La nada, clamada, blanca, dormida, líquida...

La inmensidad de todo... Lo dado por sentado y la duda.

El agujero en el pecho, agridulce y caliente, incandescente y triste... siempre triste y solitario,

nunca bien soldado. Roto por tantos sin saberlo, erosionado gota a gota con comentarios inocentes y respuestas indiferentes.

La desazón, tan conocida y tan inesperada, la que ahonda en ti sumergida en el recuerdo.

El consuelo de cerrar los ojos, y de abrirlos sin recordar que te llevo a sobrevivir durante otro dia.

El olvido que consuela todas tus mañanas, que llega con la brisa fria de los primeros rayos de luz.

Supuse, supongo y supe, cuan grande era el vacío,

y lo fácil que era la perdida del todo.

Vivi en la nada ansiando un todo, admirando la duda, durmiendo en la inmensidad.

Ansié la ingravidez como ahora hago.

Pero sigo viviendo en el silencio, y cavo la tumba de un corazón hecho trizas y obviado.

Cierro los ojos,

pero por desgracia los abro.

Cierro los ojos,

y veo más de lo que quisiera ignorar....

Ando en las calles entre el bullicio y las luces, siempre lejos de todo.

Quieres hacerme volver...Es mi retorno...

Descenso a la normalidad...

Me creas y me abandonas a mi suerte, deshilachada, deshecha y perdida en este caos de normalidad nocturna, en el secreto guardado de tu don, compartido ahora conmigo,

repleta de dudas y terror. Expulsada y libre de pensar por mi misma, dependiente tan solo de la suerte y la diosa fortuna, que no hace mas que vender su cuerpo al mejor postor, tal y como hace mi imaginacion. Prostituirse por una buena noche. Es mi especial y torturada oda a lo que me hacia especial y ya no encuentro.

Era entonces el dolor lo que me empujaba a escupir sentimientos ilogicos en vez de logicas insipidas transformadas en palabras sin sentimiento.

¿Es entonces lo que quiero?

Renunciar al arte e integrarme en el mundo de la normalidad tan transparente, inconsecuente, incoscient.

¿Perder a quien era y adoraba ser?

Y ahora ya no importa tanto, ahora que ya no veo escenas macabras tras la puerta de mi habitacion, ahora que no me esperan personajes fantasticos bajo mi ventana.

Ahora que no me atrevo a ser cruel y a ascender entre el humo,

ahora que no me atrevo a no ser nada.

Ahora que no estoy en ninguna parte.

Vivir en un punto de inflexion nunca me resulta facil, sin embargo tiene todo lo que yo queria, paz, tranquilidad y sobre todo, hay algo en mi cabeza que no habia antes... Silencio...

Aunque sigan apareciendo dudas, parece que pueda ser algo que compense todo lo demas, que pueda hacerme partir de cero siendo algo distinto.

¿Hay siempre una espiral descendente tras un momento de paz como este?

Y si es asi, ¿La deseo como antes? ¿La desearia alguien?

Ya no se, (al menos eso parece), vivir en el mundo real.

No se para quien esta hecho....

Certainly not for me...