12/24/2008

Crear un final...

Te perdi quizas en el punto en el que te sumiste en la normalidad y yo preferi seguir con naturalidad cualquier tipo de hecho insolito que ocurriera en mi mundo.
Tu marcaste nuestras diferencias, las recalcaste. Yo creia en la existencia de otros mundos por encima de mi y del mio mismo y tu no soportabas a los ilusos.
Te perdi aquel dia, a la salida de cualquier edificio, mientras te confundias con el tumulto que vagaba susurrante bajo la lluvia fina e invernal, entre las exhalaciones que se hacen humo ficticio al salir de cada uno de nosotros. Crei perderte, pero vi como ella te seguia. Esa chica de cabello rojo oscuro y ojos verdes, metida en su vestido negro de fina seda y descalza, saltando entre la gente y rozando con sus tirabuzones del color del fuego las caras de todas esas sombras.

Senti que necesitabas ayuda,no queria que ella te llevase, habria sido mucho mas facil dejar que te arrastrara hacia quien sabe que nivel del infierno, por todo aquello que hiciste y no fuiste consciente de hacer pero me importabas... lo haces...
La segui por supuesto, sin hacer ruido, entre la gente y los coches, pasando entre las gotas de lluvia que intentaban igualarnos a todos bajo su liquida influencia. Llegamos a la carretera y tu estabas alli caminando a lo lejos mirando al suelo con tu gorro de lana y los cables de tus auriculares sobresaliendo de el. Aunque hubiera gritado no hubieras sabido que estaba alli, ni siquiera se si hubieras querido saberlo.

En el lado derecho de la carretera te esperaba una puerta de rejas negras coronadas por puntas doradas, que se abrian con goznes oxidados. Ella estaba detras, y te esperaba con mirada traviesa y maldad en las pupilas, pero como siempre, no eras consciente. Ella pertenecia a mi mundo, ella era parte de mi, y no de ti. Querias no verla, pero no podias evitarlo. Subiste al muro escalando por aquello que parecia una caseta de vigilancia, algo derruida por el tiempo y el mal trato recibido seguramente. Saltaste, y no pude hacer mas que seguirte como siempre hago, en silencio y unos pasos por detras.
Salte tambien, y me dirigi al camino que enunciaba la llegada a la casa, bajo el manto de nocturnidad apuñalado y sangrando plata, perseguida por la luz intermitente de los coches, al camino se le adherian otros por los laterales en los que solo se acertaba a ver el espacio que existia entre los arboles y algo de tierra durante un par de metros.
Una luz en una ventana hizo que me escondiera tras uno de los arboles del camino. En el segundo piso de la mansión color rosa pastel quiza, una luz proveniente de las velas llamaba sin cesar, y unos rizos carmesi refulgian bajo el fuego de las mismas, mientras que tu cruzabas las puertas de cristales cubiertos de polvo y yo corria tras de ti de nuevo.

Al entrar el frio que se sentia fuera, se acentuo con el olor a humedad de años, el suelo estaba lleno de muebles rotos y las paredes de pintadas, las habitaciones debian de ser visitadas por drogadictos y sus pequeñas dosis de felicidad para un par de horas, junto con su suciedad y su agria tristeza irreversible.
Sortear las agujas a medida que se llegaba a la escalera en forma de concha resultaba cada vez mas dificil, y tus pasos ya sonaban rapidos en los ultimos escalones.
Los tobillos me dolian por la temperatura y la fuerza con la que pisaba todos y cada uno de los escalones esperando no llegar tarde y poder encontrarte en el lugar en el que algun dia me hecharias de menos. Al final de la escalera me esperaban cientos de puertas, pero solo una conducia a ti, aquella que sugeria luz entre la madera oscura y el suelo. Girar el pomo parecio mas dificil que toda mi persecucion desde la ciudad, y tras la puerta estabas tu, en el suelo, con tu gorro de lana agarrado en una mano, y tus auriculares en el suelo sonando the offspring a todo volumen. Ella se asomaba a la ventana agarrada a los barrotes con las muñecas hacia afuera y la espalda curvada.

Corri hacia ella y la sacudi con fuerza, queria herirla, tirarla por el balcon por lo que te habia hecho, porque te habia dejado llacer en el suelo con una linea de sangre bajando desde el pecho, hacia tu brazo derecho, y goteaba en tu dedo con un ritmo suave y pausado. Quiza ya no estuvieras vivo y era culpa de ella, la golpee y callo al suelo. Cogi objeto metalico el cual ahora no podria siquiera reconocer y me prepare para descargarme sobre ella mientras que me veia reflejada en sus ojos esmeralda, pero entonces cogio tu mano, y recorde...
Desvie mi golpe, que callo sobre tu cabeza y salpico todo mi vestido blanco, y mancho mi precioso pelo negro...
Habia estado apunto de cometer un error, pero entonces recorde...
Que mi camino lo habia seguido asta los confines del olvido, donde pudiese deshacerme de ti, sin miedo a hacerme daño.

1 comentario:

  1. mas guay que el mio? si claro ya quisieras, JA!

    es bromitaaaa la calidad literaria aqui se nota mas xDDD

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