¿Qué es un error?
Se dice que es el fruto de
la ignorancia y la imprecisión. Por lo que es error el camino, que
es en si desconocido y lo marcan las leves huellas que dejamos.
El camino es historia y es
error, que también es repetición. La repetición cíclica de
hechos, miedos, filosofías y conspiraciones es etérea, por querer
definirla tan sólo con una palabra, diría incluso que no es.
Dejar salir justo todas y
cada una de las palabras necesarias es imposible. Todas se amontonan,
pegadas al muro de aduanas y todas te miran desde las ventanas. Las
malas pueden pasar antes, a nadie le importa dónde vayan. Siempre
vuelven y están tan usadas... se prostituyen por tan poco que en un
tiempo acaban en blanco, sin significar nada. Esas no son para ti.
Luego hay otras que también se agrupan y salen, jóvenes y alocadas,
inexpertas, que se equivocan y enrojecen al encontrar silencios justo
en la curvatura de tu sonrisa. Esas se avergüenzan y vuelven a casa
pensando no volver a salir la próxima vez que se embriaguen de ti,
aunque todos sabemos que lo harán. Pero, ¿dónde están esas que yo
quiero darte? Maniatadas, entre rejas, mirando hacia el mundo sin
poder tocarlo. Esas te ven y te sostienen la mirada, esas casi no
tienen letras, o quizás sea que yo no las se combinar. A las que
están encadenadas nunca las he visto, pero me han dicho que si se
comparten, se convierten en el camino y el error acaba siendo también
la solución.
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